miércoles, 22 de octubre de 2008

Educación y Computación


Cuando los padres buscan un colegio para sus hijos, suelen preguntar "¿Tienen clases de computación?" . Los Colegios, por su parte, atentos a esta pregunta, en sus folletos de difusión siempre señalan: "Computación desde Pre-Kinder", "Laboratorio de Computación con tecnología de última generación y acceso a Internet".

Contrariamente a lo que generalmente se piensa, los niños más creativos no son los más expuestos a las pantallas de los computadores, según lo demuestran estudios realizados por la Universidad de Harvard.

El potencial creativo del hombre se estimula a través del pensamiento, por lo que. desarrollar nuestra capacidad de pensar y reflexionar sobre nosotros mismos y el medio que nos rodea es un objetivo que nunca debe dejar de lado nuestra educación.

Lamentablemente, un alto porcentaje de padres -y aún de docentes- piensan que la computación es lo esencial en la formación de sus hijos, sin comprender que, muchas veces, el uso del computador es una actividad meramente operativa en la que no siempre se compromete el razonamiento.

El pensar está estrechamente relacionado con la lectura, que permite el desarrollo de distintas habilidades y que mediante su práctica constante ayuda a los alumnos a incrementar su capacidad imaginativa, enriquecer su vocabulario y mejorar su ortografía.

El lenguaje es el instrumento más eficaz que tiene el ser humano para comunicarse, relacionarse socialmente, informarse y acceder a valores culturales que lo enriquecen.

La lectura es una fuente de crecimiento personal que nutre el espíritu y el intelecto humano, por lo que lograr en los niños el hábito de la lectura, es una de las misiones de la escuela, que se convertirá luego en un método de educación permanente.

Las mediciones realizadas en el ámbito educativo nacional señalan alarmantes resultados en cuanto a errores de ortografía, sintaxis y comprensión lectora.

Más de la mitad de los niños que rinden el SIMCE en 4º Básico no entienden lo que leen. Estos datos son manifestaciones de una crisis que afecta la integración de la lectura y la escritura en el mundo infantil y juvenil.

Si bien las causas de esta situación son muchas y variadas, conviene preguntarse si hay relación con los avances de la tecnología.

Sin duda alguna una de las grandes transformaciones del fin del siglo ha sido el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación y de la Informática. Los computadoras han sido recibidas con entusiasmo en las familias y en las aulas.

Los jóvenes son seducidos más fácilmente por ellas que por una novela clásica o un lápiz y una hoja de papel y los Profesores comienzan a preferirlos al pizarrón y la tiza.

¿Qué lugar deben ocupar los computadores en el proceso enseñanza-aprendizaje? ¿Pueden llegar a sustituir el rol del docente? ¿Harán innecesarios los Colegios?

Algunos sostienen que, a través de ellos, los alumnos aprenden a escribir más cantidad de palabras, en menos tiempo y con un mínimo de error. Sin embargo, para ser justos habría que decir también que dejan de lado dos aspectos fundamentales del campo lingüístico:

  1. La destreza motriz para aprender a escribir con soltura y claridad, y

b) El manejo correcto y fluido de la expresión oral que, seguramente, el alumno no va a conseguir nunca sentado frente a una pantalla.

Otro de los argumentos usados para impulsar la informatización en las escuelas es la necesidad del dominio informático para alcanzar una inserción laboral más segura.

Un profesor de Informática del Massachusetts Institute of Technology afirma: "los estudiantes que quieren acceder a esta prestigiosa Universidad pueden aprender en un un par de semanas la informática que necesiten para ingresar".

La inmersión de los escolares en el mundo de los computadores no debe estorbar el desarrollo de las aptitudes fundamentales de lectura, reflexión y creatividad.

La Computación tiene que ser considerada como una asignatura instrumental que facilite la comunicación y el trabajo y sólo actuar como un medio para alcanzar los objetivos educacionales deseados.

Debe constituir un compromiso de padres y educadores el fomentar el gusto por la lectura y cariño por los libros, buscando nuevos caminos que estimulen en los jóvenes, el contacto con la literatura y escritura.

La lectura es una actividad eminentemente intelectual. Leer y aprender son conceptos indisociables. Es imprescindible que se lea comprendiendo porque, a través de la lectura comprensiva, el educando incrementa sus conocimientos, enriquece su mundo interior y afianza el dominio de su lengua.

Alegrémonos por el dominio que nuestros hijos tienen de la tecnología, que les permita un acceso ilimitado al conocimiento humano. Felicitémosles y premiémosles, pero hagámoslo regalándoles un libro.

Dr. Eduardo Cano, Director

Colegio Alemán de Punta Arenas

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